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Salvador Aparisi, "Saber mirar" (difundido en foro adoptanepal; (21/03/2007) http://www.elistas.net/lista/adoptanepal/archivo/indice/7101/msg/7135/&sortcat=d 

SABER MIRAR...

Mi mujer y yo escuchamos juntos hace ya algunos años una frase que nos encantó a ambos y que se ha convertido con el tiempo en prácticamente un principio de vida para nosotros: Amar es saber mirarEn los últimos días y sobre todo por la multitud de informaciones que han salido a la luz y que se han publicado a través de distintos medios internacionales sobre las adopciones en Nepal, aprovechando que la Conferencia Internacional de Katmandú lo ha puesto en el foco de interés mundial por unos días, le he dado vueltas a tantas cosas que se han ido acumulando en mi memoria a lo largo de los últimos meses en relación con las circunstancias en las que se desarrolla este “embarazo del corazón” que estamos viviendo...: Se han agolpado en mi mente frases en un inglés rudimentario del director del orfanato en el que se encuentra nuestro tesoro, mensajes en las listas de adoptanepal de unos y de otros, informaciones y noticias de las listas americanas de nchild, palabras tranquilizadoras de la ECAI que sonaban a media verdad, y en general todo lo que hemos ido escuchando, leyendo y aprendiendo sobre adopción en Nepal desde esa primera ecografía que supone la asignación de nuestro peque hace ya algunos meses. Y han sido tantos los mensajes desalentadores, las informaciones preocupantes, los malos rollos por parte de desencantados, los artículos claramente sensacionalistas publicados simplemente como reflejo de otros que sacan a la luz informaciones y supuestas investigaciones sin contrastar y sin mencionar fuentes, o al menos sin poner de relieve más que una parte interesada de la verdad..., que he llegado a la conclusión de que nos tenemos que estar equivocando.No podemos dejarnos llevar por el desánimo. Elegimos Nepal como país de nacimiento para nuestro hijo porque estábamos seguros de ser capaces de llegar a amar profundamente al Nepal. Queremos que nuestro hijo se sienta orgulloso de sus raíces y sin embargo lo que leemos y escuchamos en estos últimos días parece transformar en pesimismo los fundamentos de nuestra elección. Seguramente habrá quién ante todas estas circunstancias prefiera no arriesgarse a “mezclarse” con todo lo que se está leyendo y escuchando..., es muy respetable.  Sin embargo, recuerdo en estos momentos aquella frase: “Amar es saber mirar...”  y no puedo evitar relacionarla con el precioso sentido del saludo nepalí: “Namasté”: Reconozco y saludo(me inclino ante) lo divino que hay en ti. Quizá no estamos sabiendo mirar la realidad del país en el que ha venido al mundo nuestro hijo, quizá no estamos sabiendo reconocer lo bueno detrás de cada Nepalí. Nos angustiamos por desconocer el origen de nuestro hijo, nos costó en su momento asimilar las informaciones que con toda naturalidad nos dio el director del orfanato al respecto de su abandono. Nos estremece pensar cómo ha tenido que vivir una criatura indefensa esa situación, y últimamente tenemos que asistir estupefactos y con el corazón encogido a afirmaciones que parecen dar por hecho que la adopción en Nepal es poco menos que equiparable al tráfico de niños y a generalizaciones que podrían poner en riesgo nuestro proceso de adopción (y el de todos los que estamos en medio del camino) sin tener en cuenta el bien último de los niños que en teoría defienden con sus supuestos “artículos denuncia”. Me gustaría que no se diese ningún caso real de lo que se está calificando como tráfico de niños en el mundo. Quisiera que el gobierno del Nepal adoptara cuanto antes las medidas necesarias para perseguir las prácticas irregulares en la adopción internacional y que se garanticen cuanto antes procesos transparentes y limpios, pero en cualquier caso, mientras haya niños creciendo en orfanatos sin el amor de una familia, considero que el hacer sensacionalismo de los casos que se han hecho públicos de supuestas irregularidades puede hacer más daño que bien, por eso no me canso de pedir prudencia... Queremos aprender a mirar la realidad de la adopción en Nepal con ojos que nos permitan amar el país de origen de nuestro hijo. Queremos que no se repita ningún caso de adopción que pueda perjudicar a los niños involucrados, pero confiamos en las personas y entidades que están tramitando nuestra adopción y trataremos en todo momento de exigirles claridad y meticulosidad en todos los trámites.Y en medio del camino, y pese a todos los nubarrones y tempestades de las últimas semanas, quisiera compartir cómo estamos aprendiendo a mirar la adopción de nuestro hijo en Nepal:Nos resulta difícil aprender a querer a un país en el que las diferencias sociales se asumen con naturalidad pese a que nacer en una casta inferior prácticamente te condena de por vida a una vida de miseria.Nos resulta difícil aprender a querer un país en el que aun hoy los matrimonios son concertados por los padres y en el que los derechos de la mujer están supeditados a los de su esposo hasta el punto de tener que renunciar en muchos casos a sus hijos para rehacer su vida tras la muerte o separación del marido.Pero sin embargo, pese a todo, estamos aprendiendo a querer a esas mujeres que por no verse “condenadas socialmente” nos han hecho el regalo más grande que podían hacernos, y por ellas y ante ellas me inclino con un “Namaste” sincero tratando de “enseñar a mirar” a nuestro peque a su abandono, un abandono que podría ser el de nuestro hijo, pero también el de  tantos otros niños del Nepal que han encontrado o encontrarán algún día una familia que les de todo su amor y que pese a todo les permita sentirse orgullosos de su origen. Dedico estas palabras a Amaia, Rosa, y Mª Jesús que comenzaron esta aventura con nosotros y quienes junto a Gabriel, Miguel, y Gabriel se han convertido ya en tíos adoptivos de nuestro pequeño Nepalí y con quienes Bego y yo compartimos tantos momentos del camino: Te cuento hoy la historia de la mujer que te llevó en su vientre y que te trajo al mundo, una mujer que pese a todo te quiso muchísimo, tanto que pese a todo quiso que nacieras, a pesar de que por llevarte en su barriga se encontró con la discriminación más absoluta, el rechazo de hombres y mujeres, conocidos y desconocidos, de incluso sus amigos... a pesar de todo eso quiso llevarte en su seno durante nueve meses y no renunciar a darte la vida. Seguramente tú no lo entiendes ahora, pero te aseguro que no fue una decisión fácil para ella.Y te quiso tanto que aun habiéndote traído al mundo y haber visto tu carita indefensa, nada más nacer tuvo el valor de entregarte para que pudieras un día tener una familia que te diera el amor y el cariño  que ella no podía ofrecerte.Y te quiso tanto que para que no crecieras en un orfanato sin el amor de una familia de verdad quiso entregarte de forma anónima, aun sabiendo que eso suponía renunciar a ti para siempre y no volver a saber de ti nunca.Sé que te costará entender que no haya forma de buscarle, de seguirle la pista. Sé que sentirás rabia por no poder ver su cara, mirar sus ojos... pero ella sabía que si te entregaba sin contar con un marido debías esperar 12 años en un orfanato por si un hombre te reclamaba algún día..., por eso, y a pesar del dolor, decidió entregarte de forma anónima. La policía reflejaría en un documento que te había encontrado en el suelo, en un cruce de caminos, cerca de la comisaría. Tú podrías encontrar una familia que te quisiera y ella podría continuar buscando la oportunidad de ser feliz en una sociedad injusta, pero sabiendo que había hecho el mejor regalo que se puede hacer a nadie. Y nosotros tuvimos la suerte de recibirlo... Jesús dijo: “no hay mayor amor que dar la vida por aquellos a quienes se ama”, a mí me parece que lo que hizo esa mujer Nepalí se aproxima mucho...Desde este otro lado del mundo “Namaste”, y gracias, millones de gracias.